En el complejo panorama de los procesos de custodia legal, a veces se presenta la necesidad de atribuir la guarda de un menor a un pariente cercano. Este artículo explora un caso donde la guarda de una hija pequeña es asignada a un familiar próximo, todo en medio de un entorno plagado de desacuerdos, denuncias de violencia de género, abusos sexuales y obstáculos al régimen de visitas del padre por parte de la madre.
Sin Entendimiento entre los Progenitores
En un proceso de adopción de medidas paterno-filiales, los progenitores de una hija de corta edad enfrentan desafíos significativos. Desde su ruptura, el entendimiento entre los padres ha sido inalcanzable. La madre ha instado procesos penales por violencia de género y abusos sexuales, aunque sin éxito. Además, ha obstaculizado el régimen de visitas del padre y su familia extensa, y finalmente ha desaparecido junto con la menor.
El Rol de las Sentencias de Primera y Segunda Instancia
Las sentencias emitidas tanto en primera como en segunda instancia han tomado la determinante decisión de atribuir la guarda y custodia al padre. No obstante, se establece un régimen de visitas tuteladas para la madre. La justificación principal radica en la obstaculización sistemática por parte de la madre, que ha impedido todo contacto de la menor con su padre. Dichas sentencias se basan en informes periciales y en la negativa judicial de fijar medidas de alejamiento en los procesos criminales instados contra el demandante.
La Dificultad de los Recursos de Casación
El recurso de casación, fundamentado en diferentes motivos, debe abordar el interés del menor en el caso. El Tribunal Supremo (TS) se encuentra ante uno de esos casos difíciles donde la evaluación de un concepto jurídico indeterminado es verdaderamente problemática.
El TS reconoce que no hay impedimento para que el padre mantenga un régimen de comunicaciones con su hija. Sin embargo, advierte que el ejercicio de las funciones de progenitor custodio es otra cuestión, dadas las circunstancias del proceso penal de violencia doméstica y de género al que el padre está sometido.
Considerando el Daño Psicopatológico
Por otro lado, se destaca el daño psicopatológico que la menor puede sufrir debido a la creencia inducida por la madre de que su padre abusó de ella. Sin embargo, no se encuentran indicios racionales de abuso en la investigación judicial exhaustiva llevada a cabo. Este comportamiento negativo influye en el desarrollo de la personalidad de la menor y le causa un daño evidente. La madre enfrenta órdenes de búsqueda y captura y procesos penales por estos hechos.
La Decisión del Tribunal Supremo
Ante esta situación, el TS determina que la medida más adecuada es confiar temporalmente la custodia a un familiar cercano. Esto se hace sin perjuicio del régimen de comunicación con la niña que pueda acordarse respecto a ambos padres. La elección recae en la tía paterna de la niña, considerando su edad, predisposición, cualificación y su relación con la hija de los litigantes.
Conclusión y Preguntas Frecuentes
En resumen, el proceso de atribución de la guarda y custodia a un familiar cercano en situaciones legales complejas es un desafío que requiere una cuidadosa consideración del interés del menor y las circunstancias particulares de cada caso. Si bien esta decisión puede resultar difícil, el objetivo final es el bienestar de la niña involucrada.
STS (CIVIL) DE 20 JUNIO DE 2023. EDJ 2023/604380