Los derechos fundamentales que pueden ser vulnerados por una orden empresarial en el ámbito laboral incluyen, entre otros, los siguientes:
- Prohibición de discriminación: Cualquier discriminación por motivos de raza, sexo, religión, opinión u otras condiciones personales o sociales constituye una vulneración de este derecho fundamental
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- Derecho a la salud: Puede verse vulnerado en situaciones de acoso laboral, horarios abusivos o exposición a riesgos sin medidas de prevención
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- Libre sindicación: El derecho de los trabajadores a afiliarse libremente a sindicatos puede ser vulnerado por acciones empresariales que busquen impedir o coartar esta libertad
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- Acceso a la tutela judicial efectiva: Este derecho protege al trabajador para que pueda plantear quejas y reclamaciones contra el empresario sin sufrir represalias
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- Derecho a la intimidad y protección de datos: La utilización de tecnologías de la información en el ámbito laboral puede afectar estos derechos si no se respetan las limitaciones legales y la proporcionalidad en el control de los trabajadores
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Estos son solo algunos ejemplos de los derechos fundamentales que pueden ser vulnerados en el contexto laboral, y es importante que tanto empleadores como trabajadores estén familiarizados con ellos para garantizar un ambiente laboral justo y respetuoso..
¿Qué es la discriminación laboral y cómo puede ser vulnerada por una orden empresarial?
La discriminación laboral se refiere a la situación en la que una persona es tratada de manera desigual en el ámbito laboral debido a ciertas características personales o sociales, como su raza, sexo, religión, opinión u otras condiciones. Esta desigualdad puede manifestarse en la contratación, la promoción, la remuneración, la formación o en cualquier otro aspecto relacionado con el empleo.
La discriminación laboral puede ser vulnerada por una orden empresarial cuando esta promueva o permita tratos desiguales o injustos hacia los trabajadores en función de sus características personales o sociales.
Por ejemplo, si una orden empresarial impone condiciones de trabajo diferentes o limita las oportunidades de desarrollo profesional en base a la edad, el sexo, la religión o cualquier otra condición personal, estaría vulnerando el derecho a la no discriminación en el ámbito laboral.
¿Cuáles son las consecuencias de la discriminación laboral para el empresario?
Las consecuencias de la discriminación laboral para el empresario pueden ser significativas e incluyen:
- Denuncias y sanciones: La discriminación laboral puede provocar denuncias por parte de los trabajadores, lo que a su vez puede acarrear sanciones para la empresa
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- Pérdida de ayudas y beneficios: La empresa puede enfrentar la pérdida automática de ayudas y beneficios derivados de la aplicación de programas de empleo, con efectos retroactivos desde que se cometió la infracción
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- Exclusión de programas de igualdad: La discriminación laboral puede llevar a la exclusión de programas de igualdad, lo que a su vez puede afectar la reputación y la imagen de la empresa
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- Infracciones graves: Las decisiones unilaterales de los empresarios que impliquen discriminación desfavorable pueden considerarse infracciones muy graves, lo que conlleva sanciones y medidas correctivas
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- Impacto en la reputación: La discriminación laboral, además de ser una violación de los derechos constitucionales, puede tener un impacto negativo en la reputación y la imagen pública de la empresa
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En resumen, las consecuencias de la discriminación laboral para el empresario van más allá de las implicaciones legales y pueden afectar la imagen y la reputación de la empresa, así como su capacidad para participar en programas de igualdad y recibir beneficios derivados de los mismos.
¿EL TRABAJADOR NO TIENE POR QUÉ OBEDECER SIEMPRE A SU EMPRESARIO?
El trabajador tiene que cumplir con su trabajo de buena fe y seguir las órdenes del empresario (art. 5 ET). Ahora bien, siempre que sean legítimas, razonables, proporcionales y destinadas a realizar el trabajo convenido. Estas órdenes e instrucciones del empresario hacia su trabajador, han de respetar la ley y el convenio colectivo.
Derecho de resistencia del trabajador ante órdenes injustas o que atenten contra sus derechos fundamentales.
Este concepto, desarrollado por la jurisprudencia, establece que el trabajador puede desobedecer una orden del empresario que sea injusta, ilegal o que atente contra su dignidad, salud o seguridad.
El «ius resistentiae» limita el poder del empresario y protege al trabajador de represalias cuando se enfrenta a situaciones como órdenes que violen la ley, que no estén relacionadas con sus funciones o que pongan en riesgo su integridad física o su salud.
El artículo podría abordar ejemplos concretos de situaciones en las que un trabajador podría ejercer este derecho, como órdenes que excedan el poder de dirección del empresario, la realización de horas extraordinarias no obligatorias, órdenes antijurídicas o ilegales, entre otros.
Es importante destacar que el «ius resistentiae» no ampara la desobediencia en casos de fuerza mayor, situación de peligro o riesgo inminente debidamente justificados.
Además, se debe resaltar que el trabajador tiene la obligación de respetar las órdenes en casos de fuerza mayor o situaciones de peligro que no puedan ser remediadas sin su colaboración. Asimismo, se subraya la importancia de recabar pruebas al acatar y cumplir una orden injusta para posteriormente reclamar en vía judicial.
Este tema es relevante para los trabajadores y empleadores, ya que clarifica los límites del poder del empresario y protege los derechos fundamentales del trabajador en el ámbito laboral.
Según el artículo 5 del Estatuto de los Trabajadores, el trabajador tiene el deber de cumplir con su trabajo de buena fe y diligencia, así como de observar las medidas de seguridad e higiene.
Sin embargo, este derecho limita el poder del empresario, ya que no todas las órdenes deben ser acatadas de forma incondicional.
El «ius resistentiae» permite al trabajador desobedecer una orden del empresario que sea injusta, ilegal o que atente contra su dignidad, salud o seguridad. Este derecho se ha ido perfilando a través de la jurisprudencia y se reconoce en situaciones como la interrupción de la actividad y el abandono del puesto de trabajo cuando exista un riesgo grave e inminente para la vida o la salud del trabajador, o cuando el empresario actúe con manifiesto abuso de derecho.
En resumen, el «ius resistentiae» establece que el trabajador puede desobedecer una orden del empresario en circunstancias específicas, como cuando la orden sea injusta, ilegal o atente contra su dignidad, salud o seguridad, limitando así el poder del empresario en el ámbito laboral.