Hacienda ha puesto bajo la lupa los despidos de trabajadores cercanos a la jubilación, sospechando que detrás de estos ceses se esconde un acuerdo entre las partes, más que un despido real. Este artículo profundizará en esta situación, analizando las implicaciones fiscales y legales de estos casos, así como el contexto laboral que ha impulsado este escrutinio.
Un Acuerdo Tras Bastidores
La Agencia Tributaria está intensificando su control sobre los despidos improcedentes de trabajadores cercanos a la edad de jubilación. Se han levantado sospechas de que algunas empresas están simulando despidos improcedentes para pagar una indemnización a sus empleados. Esta estrategia permite que los trabajadores se mantengan económicamente hasta su jubilación, momento en el que la indemnización se conecta con su pensión.
La Clave: ¿Despido o Acuerdo?
Para la Agencia Tributaria, la distinción entre un despido y un acuerdo es fundamental. La indemnización por despido está exenta de tributación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) hasta un límite de 180.000 euros. Sin embargo, la cantidad que la empresa paga a un empleado en un cese de mutuo acuerdo debe tributar. Las multas por no cumplir con esta distinción pueden oscilar entre el 50% y el 150% de lo dejado de ingresar al fisco, dependiendo de la gravedad de la infracción.
El Enfoque en la Lucha contra el Edadismo
Este aumento en la vigilancia responde al panorama laboral actual, marcado por la discriminación por edad. Las empresas a menudo despiden a trabajadores mayores para reemplazarlos por personas más jóvenes y familiarizadas con las nuevas tecnologías. A pesar de las razones aparentes, Hacienda no acepta estos despidos sin cuestionarlos y está llevando a cabo inspecciones masivas para determinar si se trata de ceses improcedentes o acuerdos disfrazados.
Consejos Legales
En este contexto, los expertos legales aconsejan a las empresas que documenten cuidadosamente los despidos. Es esencial demostrar que las indemnizaciones no son un medio para que los empleados subsistan hasta la jubilación, sino una compensación legítima por la pérdida de empleo.
Antecedentes
No es la primera vez que Hacienda se enfoca en los despidos. En los años posteriores a la crisis de 2012, la Agencia Tributaria ya vigilaba de cerca las decisiones de despido, especialmente durante los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE). En ese período, hubo más de 1,5 millones de personas afectadas por ERE. La duda persistía sobre si los despidos individuales eran reales o acordados, particularmente en casos de administradores de sociedades con grandes indemnizaciones.
Hacienda no dudaba en cuestionar si, a pesar de la realización de un ERE, no se habían pactado acuerdos individuales con ciertos trabajadores que se acogían al mismo.
Conclusión
El aumento en las inspecciones fiscales a los despidos próximos a la jubilación refleja el compromiso de Hacienda por garantizar la transparencia en las relaciones laborales y el correcto cumplimiento de las obligaciones tributarias. Las empresas deben ser conscientes de las implicaciones legales y fiscales de sus decisiones de cese, y documentar de manera adecuada estas acciones para evitar posibles problemas.